lunes, 1 de junio de 2009

Ahora o nunca


Roger Federer es considerado por muchos como el mejor tenista de todos los tiempos, pero para otros, al suizo todavía le queda un logro por alcanzar para que su designación como el más grande de siempre sea indiscutida.

Ese escalón que le falta a Federer tiene nombre y apellido: Roland Garros.

El abierto francés es el único de los torneos grandes que el ex número uno del mundo aún no gana.

Pero resulta que ahora se le ha presentado una oportunidad de oro. El español Rafael Nadal, actual rey del ranking mundial, sorpresivamente cayó derrotado en octavos de final de ese campeonato.

En ese territorio, Rafa ha sido el verdugo de Roger en los últimos años, ganándole en cada una de las 3 pasadas finales del Roland Garros.

Si el suizo puede aprovechar la ausencia de Nadal y finalmente obtiene el triunfo que tanto se le ha resistido, mataría dos pájaros de un solo tiro, pues al mismo tiempo empataría con Pete Sampras como el jugador con más Grand Slams (torneos mayores) ganados en la historia del tenis.

Tomando en cuenta que Federer ha comenzado a dar muestras de declive, parece que este es el mejor momento para quitarse el mono de encima y así eliminar cualquier duda sobre si ha sido el mejor tenista que haya existido.