jueves, 2 de julio de 2009

El segundo es el primero


Lo importante no es llegar primero sino saber llegar. Para poder ser considerado el mejor, Mariano Rivera no necesita ser el número uno en cuanto a partidos rescatados de por vida se refiere, pues su grandeza la ha dejado plasmada de mil y una maneras a todo lo largo de su trayectoria en las Grandes Ligas.

El panameño se convirtió el domingo en apenas el segundo lanzador que alcanza los 500 salvamentos, uniéndose así a Trevor Hoffman quien acumula 571.

Pero esos 71 rescates que Hoffman le lleva al apaga fuego de los Yanquis de Nueva York, palidecen ante logros obtenidos por Rivera durante su carrera de 15 años.

Efectividad de 2.31, 3 lideratos de salvamentos, 4 anillos de campeón (fue el MVP de la Serie Mundial de 1999), 9 juegos de las estrellas, líder de todos los tiempos en temporadas de 20 o más salvados y efectividad inferior a 2.00 (8), y un dominio casi absoluto en postemporada, son sólo algunas de las conquistas que lo avalan como el más exitoso cerrador de todos los tiempos.

Por supuesto, todo eso nos da la certeza de que tan pronto finalice su paso por las mayores, tendremos a un latino más ocupando un lugar en un espacio destinado para lo mejor de lo mejor: el Salón de la Fama de Cooperstown.