viernes, 26 de febrero de 2010

Manny siendo Manny: Nuevo capítulo


Cuando uno cree que lo ha visto y escuchado todo de Manny Ramírez, ocurre algo que nos demuestra que estábamos equivocados y que subestimamos la capacidad probada que tiene el dominicano de superarse a si mismo…una y otra vez.

Ya me extrañaba que el hombre de las greñas se mantuviera en tan bajo perfil por tanto tiempo. Debí suponer que era cuestión de tiempo. Y así mismo fue. Hace su aparición en los campos de entrenamiento y de inmediato destapa un avispero con sus primeras declaraciones.

“No voy a estar aquí el próximo año, así que simplemente quiero disfrutar de mí mismo”, dijo Ramírez en referencia a su permanencia con su actual equipo, los Dodgers de Los Angeles.

Esas palabras no caen bien cuando el conjunto para el que juegas te está pagando 45 millones de dólares por 2 años. Primero porque automáticamente se convierten en una distracción innecesaria para la organización y segundo porque pueden entenderse como una muestra de inconformidad.

Lo grande es que el día siguiente, el jonronero, queriendo hacerse el gracioso, rectifica y dice que se siente tan bien que podría jugar 5 años más.

Esas cosas hacen creer a mucha gente que al jugador le hace falta un fusible de la cabeza. Pero yo digo algo: Manny se la da en loco, pero no lo es.

¿Qué persona que no esté en plenitud de sus facultades físicas y mentales puede lograr lo que Ramírez ha logrado?

Ganarse 200 millones de dólares y construir una exitosa carrera de 17 años donde la estabilidad y la consistencia han prevalecido, no es cosa de locos. Piénsenlo.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Resurgiendo de las cenizas


Justamente eso es lo que han hecho los Leones del Escogido. Tras 17 años sin probar el sabor de la victoria, finalmente pudieron sacudirse y arreglárselas para poner fin a un periodo negro (y no rojo) caracterizado por frustraciones, polémicas y fracasos.

Todo mi reconocimiento a la familia Bonetti, quienes tomaron las riendas del equipo a menos de 2 meses de iniciar el torneo. Actuaron raudos y veloces, poniendo de inmediato orden en la casa.
Los nuevos dueños hicieron movimientos claves, como la designación en la gerencia de hombres de béisbol tan capaces como Moisés Alou y Junior Noboa.
No escatimaron esfuerzos en la contratación de refuerzos de calidad, además de que diseñaron y aplicaron una serie de estrategias para desarrollar una actitud positiva y ganadora en la organización y devolver el entusiasmo a los fanáticos, que hacía rato tenían la moral en el suelo.
Resultado: Los melenudos vencieron a los Gigantes del Cibao en una reñidísima serie final que se fue al máximo de partidos, logrando así su título 18, y como para no dejar dudas, ganaron de manera convincente la tercera Serie del Caribe de su historia.
No sé por cuánto tiempo será, pero al menos este año, el León hizo sentir su rugir, haciendo valer nueva vez su condición del rey de la selva.