viernes, 30 de octubre de 2009

Se necesita más para ser el papi


Cuando a mediados de este año Pedro Martínez andaba quién sabe dónde, huérfano de equipo, deambulando en tierra de nadie, escribí un artículo sugiriendo su retiro. Si las circunstancias de aquel tiempo fueran las mismas, aún sostendría esa versión.

Pero este cuento ha cambiando mucho y los Filis de Philadelphia le dieron una nueva oportunidad. Luego de haber sorteado algunas dificultades, pudo tener éxito en la temporada regular, se presentó en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional para lanzar una joya ante los Dodgers, y ayer tenía una prueba de fuego ante los Yankees de Nueva York.

Fue la segunda aparición de su carrera en una Seria Mundial y muchos apostaban a que los bateadores de los Mulos del Bronx lo iban a explotar. Tal cosa no sucedió.

El Astro de Manoguayabo logró una salida de calidad al permanecer durante seis episodios en el montículo, en los que concedió 6 hits y 3 carreras, pochando a 8 contrarios, incluyendo a Alex Rodríguez, Derek Jeter y Mark Teixeira. Si la ofensiva de los Filis hubiera hecho sólo la mitad de lo que hace usualmente, probablemente Martínez se hubiera adjudicado la victoria.

Tras ser sacado de juego, fue muy evidente el pesar reflejado en el rostro de Pedro, algo lógico en un competidor de tanto orgullo y vergüenza. Pero Pedro puede dormir tranquilo, porque demostró que a ese tanque todavía le queda suficiente combustible para silenciar por largo, largo rato, a 50,000 voces queriendo gritar “Who´s your daddy?"