El drama se extiende y el milagro se hace cada vez más latente. Hace tan solo 4 juegos las posibilidades de que las Águilas Cibaeñas clasificaran a la serie final del torneo de béisbol invernal parecían rémotas. Desde entonces no han perdido un juego.
Los de franela amarilla confirmaron su gran momento. Siguen crecidos ante la adversidad y la noche de este lunes obtuvieron su cuarto triunfo al hilo al imponerse 3-1 a los Tigres del Licey en un estadio Quisqueya atestado de fanáticos eufóricos.
Guiados por la veteranía y calidad del lanzador Raúl Váldez, las cuyayas empataron con los bengaleses en el segundo lugar del round robin. Ahora ambos tienen marca de 8 victorias y 9 reveses.
El veterano zurdo contó con el respaldo a la ofensiva de Brandon Moss, Carlos Gómez y Elian Herrera. Ellos se combinaron para producir las 3 carreras marcadas por los del Cibao. Fue todo lo que necesitó Váldez.
El cubano hizo gala de una ecuanimidad sin par, tirando de manera magistral durante nueve entradas completas, a pesar de los inconvenientes que confrontó en el primer inning, cuando le marcaron la única carrera.
A partir de ese momento dominó a su antojo a los bates azules, reflejando una tranquilidad pasmosa. Se veía tan suelto y calmado sobre el montículo que parecía no tener ni idea de la importancia vital que tenía el compromiso.
Y vaya que el juego era importante. Más que eso, casi de vida o muerte. Una victoria de los Tigres combinada con una derrota de los Gigantes, que jugaban contra el Escogido, le daba el pase a la final al Licey. Los Leones apalearon 8-2 a los Gigantes.
Sin embargo, no hubo una resolución definitiva. El suspenso seguirá este martes, cuando los Tigres intentarán evitar ser eliminados por los Leones, único conjunto clasificado a la final, mientras que los Gigantes tratarán de seguir con vida en su choque contra las Águilas.
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